La artrosis es una enfermedad degenerativa producida por el desgaste del cartílago de las articulaciones del esqueleto.
No hay que confundir esta enfermedad con la de artritis que es una inflamación y ataca a la membrana sinovial, que es la capa que recubre las articulaciones, y causada por otras enfermedades.
Los síntomas que producen la artrosis son:
- Dolor en el movimiento de las articulaciones
- Deformación y presencia de nódulos
- Inflamación y edemas (acumulación de líquido)
- Colisión entre los huesos por el roce y la falta de cartílago.
Las zonas más comunes o tipos de artrosis son
- Artrosis de cadera
- Artrosis cervical
- Artrosis lumbar
- Artrosis de mano
- Artrosis de rodilla
Se desconoce la causa principal de la artrosis, pero hay efectos causantes que se relacionan con el desgaste principal de la articulación como, por ejemplo: la edad, la obesidad, el uso excesivo o sobrecarga en la zona afectada por lesión, deporte o laboral, por genética. En el caso de las mujeres es muy común sufrir artrosis a partir de la menopausia.
Existen diferentes productos ortopédicos que pueden ayudarnos a paliar el dolor causado por esta enfermedad:
Para tratar y frenar la artrosis podemos lleva a cabo diferentes propósitos para aliviar el dolor y la incapacidad permanente y funcional.
Evitar sobrepeso y movimientos repetitivos en nuestra vida diaria.
Nuestros pies soportan nuestro peso durante toda nuestra vida, ejerciendo movimientos que pueden afectar a nuestras articulaciones, por eso es aconsejable usar calzado adecuado.
Practicar alguna actividad moderada y suave puede mejorar el movimiento de nuestras articulaciones.
Muchas veces, será necesario acudir a nuestro médico especialista, para pautarnos tratamiento farmacológico como analgésicos o antiinflamatorios.
Acudir a un fisioterapeuta, puede ayudarnos a mejorar la zona afectada con masajes y ejercicios que alivien nuestro dolor.
Usar el calor/frío también es una buena idea para calmar la zona afectada. No superara los 20/30 minutos al día.
Visitar zonas termales con spa, también puede ayudar a aliviar el dolor, ya que en aguas térmicas podemos realizar ejercicio sin apoyar o sobre pesar la zona.
Los primeros síntomas de la enfermedad, pueden asomar a cualquier edad. Esta enfermedad es lenta pero progresiva.
Nuestro consejo principal es cuidar nuestro cuerpo con una buena alimentación, realizar ejercicios suaves y dejar en reposo de vez en cuando las zonas que empiecen a sufrir los primeros síntomas.
¡Cuida tu cuerpo, cuando empiece a avisarte!